La minería del carbón que soportó por décadas buena parte de la economía y el trabajo de vastas regiones europeas, ha empezado a extinguirse, dando paso a fuentes de energías más limpias y abriendo paso al turismo, sobre las antiguos socavones.
Un ejemplo de ello es lo que esta ocurriendo en la región de Renania, en Alemania. La antigua mina de Sollverein, se ha convertido en un museo, con gran atractivo turístico. Gracias a su reconversión, la zona – que llegó a albergar cientos de miles de trabajadores del carbón- ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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