En medio de una ambiciosa gestión, la administración Obama dejó marchando una docena de institutos de tecnologías avanzadas, orientados a sentar las bases de una nueva plataforma industrial, de donde se espera que surgirán los productos del futuro.
Los mismos, responden a una estrategia nacional que converge en una red multisectorial de innovación, impulsada por una acción conjunta liderada por los mejores científicos del gobierno, la empresa privada y las universidades. En total se encuentran participando un total de 1.300 entidades, que responden a una docena de ejes de coordinación, generalmente en cabeza de una universidad líder, de acuerdo con el interés sectorial.
Por ejemplo, para el caso de los futuros artefactos electrónicos, se creo Nextflex, con sede en San Jose, California, donde concurren expertos de mas de 30 universidades y de empresas como Boeing, DuPont y General Electric. Por parte del gobierno actúan entidades especializadas vinculadas a los Departamentos de Educación,Comercio, Energía y Defensa, y la Fundación Nacional de Ciencias.
Para el efecto, el gobierno canalizó mas de 600 millones de dólares en recursos federales, y la empresa privada más de 1.300 millones de dólares.
Los nuevos institutos tienen un altísimo grado de especialización, en los más variados campos desde el diseño digital, la robótica y los electrónicos flexibles, hasta la creación de nuevos materiales y aditivos. El más reciente fue constituido en función de la industria farmacéutica.
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