Desde 1980 los científicos habían podido trabajar con ratones para descubrir las células madre, pero fue solo hasta 1998, cuando el profesor de Anatomía y Salud Regenerativa, James Thomson, de la Universidad de Wisconsin, dió con la clave para descubrir el misterio de las células “inmortales”, en seres humanos.
Se abrió así un nuevo escenario para buscar el tratamiento de enfermedades. A cambio de medicinas, los científicos pueden intentar ahora construir células de tejidos humanos sanos, para remplazar células que están generando estragos en la salud de las personas.
Según su explicación, el cuerpo humano tiene alrededor de 200 tipos de células diferentes y la célula madre tiene el poder de reemplazar a cualquiera de ellas, replicándose indefinidamente.
Ya se han identificado un total de 21 lineas celulares, como es el caso de células madre del cerebro, la sangre,la retina, el corazón, entre otras. Pero la clave esta en que el cuerpo las acepte. Es como sacar un pez del agua, ponerlo en la tierra y decirle que camine, ha dicho el científico Thomas Zwaka, quién trabaja con Thomson.
Apenas ahora empiezan los transplantes de células a pacientes, como es el caso de un joven que quedó paralizado del cuello para abajo, después de un accidente en el 2016. Se le han aplicado 10 millones de células para su lesión en la médula espinal y apenas hay signos de una lenta recuperación.
El gran problema, señalan, es la explosión de clínicas que ofrecen inescrupulosamente terapias para todo tipo de enfermedades, sin rigor científico alguno, aprovechándose de la urgencia de los pacientes.
Estos 20 años, son resumidos de manera sencillamente interesante, en el siguiente informe de la Universidad de Wisconsin, cuyos científicos mantienen el liderazgo mundial en la materia.
Ver mas : https://news.wisc.edu/stem-cells/
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