Las aves y otros animales, que se salvan de morir de un disparo, no están exentos de perecer por ingerir partículas de plomo, que dejan a su paso cazadores, o aficionados al deporte de tiro al blanco.
Se calcula que son 20 millones de aves y otras especies que pierden la vida por dicho motivo, según lo revela una investigacion adelantada por el profesor de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Veterinaria, Mark Pokras, en la Universidad de Tufts.
Se estima que no menos del equivalente de 25.000 toneladas de plomo, quedan esparcidas anualmente en los sitios de cacería y polígonos, en los Estados Unidos.
Las víctimas inmediatas, pájaros y otros animales, pueden abarcar unas 130 especies.
El análisis sobre este fenómeno, viene poco después de que la Administración Trump, desmontara una prohibición decretada por el gobierno anterior, sobre el uso de municiones, como el plomo, en tierras federales. Como se sabe, el plomo causa trastornos en el sistema neurológico de las distintas especies.
Gracias Beatriz por participar con su opinión. Saludos
El Editor
No entiendo cuál es la satisfacción de disparar contra una criatura tan hermosa y dejar veneno que acaba con otra vida. Cuál es el propósito, si no necesito comer?