Gobierno, reguladores y técnicos del sector privado y la academia, trabajan en múltiples frentes para darle paso a la llegada de las comunicaciones casi instantáneas, conocidas como las 5G.
La meta central, como ejemplo, es que una película, que dura hasta un día bajándose en un servidor de destino, para luego ofrecerse a los usuarios de un servicio de televisión o internet locales, se vuelva una tarea de solo 10 minutos. Asimismo, se busca que las llamadas a los servicios de emergencia, (como el 911), estén simultáneamente acompañadas de videos y datos, que ayuden a los cuerpos de socorro a actuar con mayor oportunidad y diligencia. En el caso de los futuros carros autónomos, para que estos puedan marchar tranquilamente por calles y autopistas sin que se interfieran las comunicaciones que los guían desde un computador. En ese orden, son numerosos los ejemplos.
De una parte está el gobierno, que desde la Casa Blanca ha dispuesto un presupuesto de US$400 millones de dólares para profundizar en el estudio de las opciones tecnológicas, a través de sus más importantes centros de investigación y universidades.
Por otro lado, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), trabaja conjuntamente con el Congreso en una reestructuración completa del espectro electromagnético, para aprovechar mejor el espacio y agilizar el tráfico de los distintos tipos de servicios, tales como datos, internet, radio, televisión y telefonía. Una de sus acciones se basa en la realización de grandes subastas donde se compran y se venden licencias de radio y televisión, locales, y se da cabida a más operadores y nuevas tecnologías.
Pero la complejidad es enorme: basta imaginar cómo sincronizar el espacio radioeléctrico, ondas milimétricas, bandas, frecuencias, antenas, cables terrestres y submarinos, satélites y equipos móviles, para que – sin importar donde se encuentre el usuario – la comunicación sea casi que instantánea.
En ese sentido, recientemente se acaba de realizar en la Universidad de Surrey, en Inglaterra, la primera demostración a nivel mundial de la operatividad de los modelos tecnológicos que sustentan la 5G. En ello están claramente comprometidas empresas como Cisco, Huawei, Quortus y ECHorizon2020.
En Estados unidos, son varias las universidades que trabajan intensamente en este campo, bajo el auspicio en varios casos de la Fundación Nacional de las Ciencias. Entre los centros académicos se cuentan, entre otros, la Universidad de Rice, en Texas; la Universidad de Washington, en Seattle. Y la Academia de Finlandia.
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http://www.surrey.ac.uk/mediacentre/press/2016/world-first-demonstration-virtualised-5g-architecture
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