Aunque aparentemente, un sistema de aire acondicionado puede ser un factor a favor de un ambiente libre de virus, – en recintos cerrados- es, por el contrario, otra fuente que incrementa el riesgo potencial de resultar infectado con el Coronavirus.
Así lo han comprobado, investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara, encabezados por el profesor de Matemáticas, Bjorn Birnir, y plantean que la fórmula de distanciamiento social recomendada, tiene poca utilidad en espacios cerrados, como restaurantes, oficinas y apartamentos.
Aplicando la técnica de la dinámica de fluidos, encontraron que un equipo de aire acondicionado normal, retrasa la acumulación de las partículas (gotas y aerosoles) pero no evita su recirculación. Al término de una hora, explican, una persona sana, situada en mesas vecinas, tiene tanta probabilidad de resultar contagiada, como si hubiera estado sentada al lado de una persona que estuviera infectada.
Los aires acondicionados son verdaderos esparcidores del virus, anota Birnir, quien contó con la colaboración de la profesora invitada Luiza Angheluta, vinculada a la Universidad de Oslo.
Birnir, es asimismo director del Centro de Ciencias Complejas y No Lineales, y sostuvo que se necesita una nueva generación de acondicionadores de aire, con mejores filtros y suficiente potencia para controlar los flujos donde la gente pasa la mayor parte del dia. En cuanto a las clases, dice que es preferible llevarlas a cabo al aire libre, pues sería mucho más seguro.
Fuente: Universidad de California, Santa Bárbara
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