Poco sirven millones de datos, si no se convierten en herramientas de uso fácil para enfrentar los problemas que caracterizan a los conglomerados urbanos, dice la profesora Sarah Williams, del departamento de Estudios y Planificación Urbana, en el MIT.
Con esa premisa, contribuyó a la elaboración de un mapa de rutas del transporte público, de la ciudad de Nairobi, caracterizado por el servicio informal de centenares de “matatus”, microbuses que movilizan más de 3 millones de pasajeros, diariamente.
Primero como estudiante de geografía e historia, luego como arquitecta del paisaje y posteriormente, como planificadora urbana y desarrolladora de software, Williams, también enseña ética en el manejo de datos. Estos terminan teniendo un impacto social, de ahí que es necesario conocer el contexto sobre donde y quienes lo recopilan, señala.
En otro ámbito, Williams ha trabajado con estudiantes de la ciudad de Nueva York, para medir la influencia del gasto en loterías, entre las comunidades de mas bajos ingresos.
Los datos, agrega, implican análisis, visualización y comunicacion, para generar impacto y despertar el interés público.
Fuente: MIT
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