Los investigadores japoneses, han inventado un sensor minúsculo, que se coloca en la yema de los dedos, para rastrear las habilidades únicas que poseen las personas que trabajan con las manos, ya sea un artesano o un cirujano.
El aprendizaje de esos movimientos particulares, no solo dejaran en la memoria un cumulo de información sobre manualidades que podrían desaparecer, sino tambien diseñar herramientas útiles, en múltiples campos.
El microchip, no afecta la sensibilidad de los dedos, y tienen una altisima resistencia a los roces, evitando que se dañe, explico el profesor, Sunghoon Lee, de la Universidad de Tokio.
Fuente: Universidad de Tokio
Tu Opinión es importante