El seguimiento a lo sucedido con la expansión masiva del cultivo de soya, en el Paraguay, en la última década, arroja múltiples conclusiones sobre el resultado de políticas – a veces bien intencionadas-, y da luces sobre el papel de los gobiernos, el juego del sector privado, y el impacto en la gente y el medio ambiente.
Ha sido la tarea del profesor de antropología Kregg Hetherington, de la Universidad de Concordia, en Canadá, resumida en su nuevo libro The Government of Beans, objeto de varios premios, por su alcance social y la incidencia de las acciones del hombre sobre el cambio climático.
No solo se trata de sembrar y sembrar un determinado cultivo; sino también del incierto destino de familias campesinas, desplazadas por la fuerza de los grandes negocios y también por la represión del Estado, según lo narra el profesor, un caminante asiduo de las tierras paraguayas. 10.000 hectáreas de soya, han significado más químicos, más maquinaria, más concentración de la tierra, más deforestación, menos biodiversidad, señala.
Fuente: Universidad de Concordia
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