Un nuevo estudio, desvirtúa la teoría que ha sostenido que los corredores queman la misma cantidad de calorías para una distancia determinada, sin importar que tan rápido corran, pues el costo energético depende principalmente del peso del corredor y del tiempo recorrido.
El hombre ha evolucionado para correr, para gastar la menor cantidad de combustible, independientemente de la distancia que viaje, señalan por su parte, los autores del nuevo estudio, los profesores de la Escuela de Ingenieria de la Universidad de Stanford, Scott Delp y Jennifer Hikcs, en asocio con la profesora de Kinesiología de la Universidad de Queen’s, Jessica Selinger.
Los tres están involucrados en una alianza universitaria, orientada al estudios del rendimiento humano. Para su investigación, analizaron los rendimientos de más de 4 mil corredores, grabados en 28.000 horas de carreras. Entonces, la velocidad, sí importa.
Minimizar el gasto de energía tiene ventajas evolutivas: nos permite llegar más lejos con menos calorías; compartimos este rasgo con otros animales, ya sean pájaros voladores, peces o caballos de galope, explican.
Para los humanos – se agrega- correr requiere el doble de energía que la que se encuentra en otros mamíferos de tamaño similar. Correr, tiene numerosos beneficios, como desarrollar la fuerza muscular y la densidad osea, anotan.
Fuente: Universidad de Stanford
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