La reconstrucción del ADN de un antepasado humano, a partir de un pedazo de hueso de un dedo, hallado en una caverna en Siberia, es parte de un trabajo que le ha valido el otorgamiento del Premio Nobel de Medicina, 2022.
Se trata del científico, de origen sueco Svante Paabo, actual director del Centro de Antropología, en el Instituto Max Planck, en Alemania. Su investigación ha permitido marcar las diferencias entre el ser humano moderno y otros homínidos anteriores, como los Neandertales y un subgrupo bautizado como los denisovanos, derivado del nombre de la cueva Denisova, en donde fue descubierto, en el 2008, el fragmento de hueso.
Su trabajo, según un informe de la Fundación Simons, con sede en Nueva York, ha permitido fechar la existencia del hombre moderno desde unos 30.000 a 40.000 años atrás, al igual que sus diferencias con los antepasados extinguidos y los simios.
Fuente: Fundación Simons
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