Estudiar el proceso de envejecimiento de los perros, también puede dar pistas sobre los factores que prolongan o acortan la vida, de los humanos.
Ambos, perros y hombres, han llevado un itinerario evolutivo parecido, por lo tanto podemos encontrar paralelismos que dan ideas sobre su deterioro físico y mental, señala el director del Proyecto Dog Aging, Daniel Promislow, quien trabaja en el tema, con un centenar de investigadores.
Al proyecto se han inscrito 50 mil mascotas, con el compromiso de sus amos, de contribuir a hacerles seguimientos sobre diferentes factores. Algunos primeros análisis sobre el ADN completo, sobre 7 mil de los perros que iniciaron el proceso, ya ofrecen algunos indicios, que dan base para estudiar algunas sus similitudes.
Por ejemplo, que los perros pequeños viven más, – según un gen identificado como el IGF-1 relacionado con la insulina del crecimiento-; que su capacidad cognitiva empieza a deteriorarse a sus 11 o 12 años, que corresponde asimismo a la edad adulta de los humanos; que aquellos que comen una vez al día, tienen menos riesgo de sufrir enfermedades de páncreas o intestinales,etc..
De igual forma, en los caninos, se están probando medicinas que se cree que pueden fortalecer su salud y alargar la vida, se anotó.
Fuente: Big Brains, Universidad de Chicago
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