Solamente en juegos de azar los australianos perdieron el año pasado, la no despreciable suma de US$22.000 millones, un promedio de más de US$1.200, por adulto.
Las taquillas por apuestas a las carreras de caballos facturaron US$16.000 millones. Las cifras hacen parte de una investigación adelantada por el profesor Jack Anderson, de la Universidad de Melbourne.
La nuevas opciones que dan chance de jugar a través de su teléfono celular, son un gancho para atraer personas a la adicción por el juego, señala Anderson. No basta, agrega, con las simples campañas de las compañias dueñas del negocio, que invitan a “apostar de manera responsable”.
Se necesita mucho mas regulación, porque en comparación con otros países, apostamos mucho y perdemos más, anota.
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