Dada la imposibilidad de contabilizar la producción petrolera en boca de pozo, en zonas tomadas por insurgentes, como es el caso del grupo islámico, ISIS, en el Medio Oriente, expertos de varias instituciones, se han ingeniado la forma de medirla utilizando satélites.
El novedoso procedimiento, mediante el cual se utilizan imágenes multi-espectrales registradas por satélite, que miden las radiaciones de calor del gas metano asociado, que emiten los pozos petroleros, arroja información altamente confiable.
De esa forma, lograron calcular las producciones de un total de 42 campos de producción, localizados en territorios de Irak y Siria, observando que el volumen de crudo extraído empezó a declinar desde el 2014. En efecto, de una producción promedio de 56 mil barriles diarios en julio del 2014, se pasó a apenas 16 mil durante el año pasado.
Tal observación ha llevado a los investigadores a evaluar otras posibles fuentes de financiación de dicho grupo, diferentes al petróleo. El grupo de investigación estuvo integrado por expertos de diferentes disciplinas, en distintas entidades, como el Banco Mundial, las Universidades de Princeton, John Hopkins, Brown, Colorado, y la Administración Oceánica y Atmosférica, de los Estados Unidos.
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