Cada vez, se conocen más investigaciones relacionadas con los riesgos que implican para la salud, los químicos que permanecen por años en el ambiente y que son utilizados ampliamente en la industria.
Se trata de los productos conocidos técnicamente como PFOS y PFOA (perfluoroalquilo y polifluoroalquilo). Se utilizan, por ejemplo, en la fabricación de antiadherentes en los utensilios de conocida; en espumas de muebles y asientos de autos; alfombras y empaques de cartón; productos deportivos resistentes al agua.
Recientemente se han revelado más evidencias sobre sus riesgos para la salud humana, al tiempo que el Congreso de los Estados Unidos, tramita varias leyes para controlarlos y erradicarlos del mercado.
Más caries dentales en los niños
Investigadores en la Universidad de West Virginia, han encontrado que los niños que tienen mayores concentraciones de dichos productos en la sangre, son mas propensos a tener caries dentales.
Así lo han identificado los profesores de Odontología R. Constance Wiener y Christopher Waters, quienes investigaron muestras de sangre de más de 600 niños, entre los 3 y 11 años. Dado su persistencia dichos químicos están presentes en el agua potable, anotaron.
Fuente: Universidad de West Virginia
Pueden estar llegando al cerebro
Además de estar comprobadas sus consecuencias en el sistema endocrino, son potencialmente neurotóxicos. Así lo advierte, el profesor de Toxicología de la Universidad de Purdue, Jason Cannon.
En pruebas con animales, observó que dichos quimicos afectan la dopamina, lo que puede conducir a enfermedades neurológicas, como es el caso del Parkinson.
Fuente: Universidad de Purdue
Presentes en los automóviles; viajeros expuestos
Relacionado con los “quimicos para siempre”, esta el producto organofosforado, conocido como TDCIPP. Es ampliamente utilizado en las espumas de los asientos de los automóviles, para evitar incendios.
Una investigación, orientada por el profesor de Toxicología Ambiental, David Volz, en la Universidad de California en Riverside, dirigida a detectar cómo afectan los contaminantes del aire a los pasajeros de los automóviles, descubrieron la presencia de dicho químico en el propio interior del carro.
Para verificarlo, un grupo de 90 estudiantes usó pulseras de silicona, durante cinco dias, en los viajes de ida y regreso a la universidad, que oscilaron entre los 15 minutos y las dos horas de recorrido diario.
Dicho químico se va expulsando de los asientos, poco a poco, y luego se inhala, se explicó. En el estudio contribuyeron investigadores de la Universidad de Duke, el Instituto Nacional de Salud y el Departamento de Agricultura.
El Estado de California, estudia medidas para actualizar la lista de químicos persistentes prohibidos, anotaron.
Fuente: Universidad de California, Riverside
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