Más de 2.500 niños y sus profesores, fueron observados por tres años, en escuelas de primaria de Utah, Misouri y Tennessee.
En aquellas aulas, donde los profesores expresaron más elogios por la buena actitud de sus estudiantes, y menos reprimendas, el comportamiento en clase fue mucho mejor, y los alumnos se mantuvieron más centrados en las actividades escolares.
El elogio elevó el buen comportamiento hasta en un 60 por ciento, frente a las clases donde predominó el regaño o la amenaza, según explicó el investigador de la Universidad de Brigham Young, Paul Caldarella.
El trabajo contó con la colaboración de investigadores de la Universidad de Kansas y la Universidad de Vanderbilt.
Fuente: Universidad de Brigham Young
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