Estados Unidos depende de las importaciones masivas de medicamentos genéricos, procedentes principalmente de la India.
La agencia de control – la FDA- realiza inspecciones en las plantas de fabricación indias, que además utilizan buena parte de materias primas hechas en China. Pero, los informes sobre buenas prácticas de manufactura, dejan mucho que desear.
Así lo ha documentado, después de 5 años de investigaciones por cuatro continentes, la experta en el tema, egresada de la Universidad de Brown y becaria de Oxford, Katherine Eban, en su nuevo libro “Bottle of Lies, The Inside History of the Generic Drug Boom”.
En una reseña del mismo, publicada por New York Books, revela numerosos testimonios de exfuncionarios de la FDA sobre el concierto de irregularidades que se comenten en Estados Unidos y en el exterior, bajo la anuencia de las autoridades reguladoras.
De un total de 12 mil inspecciones, realizadas durante 6 años, se anotaron 11 mil recomendaciones. Un 32 por ciento correspondían a China y un 25 por ciento a India. Sinembargo, la actuación gubernamental ha sido escasa, ante el temor de dejar a millones de pacientes sin medicamentos, más “baratos” aun sin tener certeza sobre calidad. Al respecto, cita a médicos de Cleveland, que vieron aparecer efectos colaterales en sus pacientes que estaban tratados con medicamentos “Made in India”.
Una de las más cuestionadas en el libro, es la compañía Ranbaxy Laboratories, la cual debió pagar una multa de US$500 millones producto de un fallo del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Fuente: New York Books
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