Al evaluar las emisiones de 1 millón de edificios de la ciudad de Chicago, investigadores de la Universidad de Notre Dame, han concluido que remodelar y alargar la vida de las construcciones antiguas, es mejor negocio ecológico, que levantar nuevas edificaciones.
Prolongar la existencia de los edificios actuales, por 25 años, partiendo de una vida útil de 50, y reduciendo su tamaño en un 20 por ciento, se obtendría una reducción de dos tercios, sobre el total de emisiones de CO2, de la ciudad.
Para el efecto, tuvieron en cuenta un total de 157 parámetros de arquetipos, incluyendo el ciclo de vida tanto de los materiales de construcción, de los edificios en operación, como el impacto ambiental de su demolición.
Indicaron que las zonas urbanas representan el 40 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y Chicago se ubica en el puesto octavo, a nivel mundial, en materia de contaminación atmosférica. El trabajo fue dirigido por la profesora de la Escuela de Arquitectura, Ming Hu, y el estudiante de doctorado, Siavash Ghorbany.
Fuente: Universidad de Notre Dame
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