Los científicos cuentan ahora con nuevas herramientas que permiten hacer seguimiento a los movimientos y comportamiento de las distintas especies de animales, en aspectos como los efectos del cambio climático.
Una base de datos – Movebank- consolida los registros de más de 200 proyectos de investigación, dirigidos por ecologistas que rastrean los movimientos de más de 8 mil animales terrestres y marinos, algunos de los cuales se remontan a hace 30 años.
Uno de dichos proyectos, encabezado por el profesor Gil Bohrer, de la Universidad Estatal de Ohio, estudia el comportamiento de especies en el círculo polar Ártico, como es el caso de los osos, lobos, zorros, alces, caribúes y águilas reales. Los cambios de clima, para algunas especies, estan induciendo un cambio en las fechas de apareamiento y movimientos migratorios, explicó.
De otro lado, esta el reciente y exitoso estreno del satélite Icarus, un proyecto conjunto entre el Instituto Max Planck, el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y la agencia espacial Rusia – Roscosmos-. Con transmisores que llegan a pesar apenas 4 gramos, los animales envían la señal a la Estación Espacial Internacional; desde allí se remiten a una central en Moscú, que luego reenvía los datos al centro de procesamiento en Alemania.
Es el comienzo de la era del “Internet de los Animales”, para entender su vida en este planeta, en múltiples facetas, dice el director del Instituto de Comportamiento Animal en Constanza, Martin Wikelski. Las oportunidades son múltiples, por ejemplo, la de poder rastrear los murciélagos en África y conocer su conexión con la propagación del Ébola, explicó.
En este momento se alistan 5 mil transmisores, para seguir los mirlos y zorzales, en Europa y Norteamérica.
Fuentes: Universidad de Ohio / Instituto Max Planck
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