La parte del cerebro, relacionada con la toma de decisiones, las emociones y la memoria, es la última en madurar, por lo cual el consumo temprano de marihuana, es un riesgo potencial, especialmente en jóvenes menores de 20 años.
También es un riesgo en la etapa prenatal para las mujeres embarazadas; la programación placentaria es esencial para el neurodesarrollo y donde se originan los riesgos psiquiátricos; por eso cuando la madre consume marihuana, lo que sucede es significativo. Así lo explica la profesora de Neurociencias de la Universidad de Harvard, Yasmin Hurd, quién es asimismo directora del Instituto de la Adicción Mount Sinaí.
La marihuana- agrega- contiene alrededor de 500 químicos, de los cuales 140 están en el grupo de los canabinoides. Estos últimos, interactúan con los canabinoides naturales del cuerpo humano, cuya función es regular la forma en que las células se comunican entre sí. Cuando se consume canabis conecta con los mismos receptores de los canabinoides endógenos, de allí que su activación cambia no solo como nos sentimos, sino también, como pensamos, indica Hurd.
Cuando se trata de adolescentes fumadores, la corteza prefrontal, la última en alcanzar madurez, muestra cambios estructurales, señala.
Fuente: Universidad de Harvard
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