A pesar del mayor costo, las escuelas privadas no aportan un mayor valor agregado a sus alumnos, en comparación con las escuelas públicas.
En el caso de Inglaterra, quienes asisten a planteles privados, están mas propensos a incurrir en malos comportamientos sociales, a experimentar mayor acoso sexual, e iniciarse más temprano en el consumo de alcohol y sustancias adictivas, entre otros aspectos.
Así lo revela una investigación dirigida por la profesora Sophie von Stumm, del Departamento de Educación de la Universidad de York, donde se hizo seguimiento a la conducta y rendimiento de cerca de 3.000 alumnos, en edades entre los 12 y 21 años.
Tenemos expectativas poco realistas de las virtudes de una educación privada, cuando en realidad los mayores beneficios se encuentran en el legado que les brinda su entorno familiar, sostiene la investigadora.
Los padres naturalmente quieren lo mejor para sus hijos, pero para aquellos que luchan por pagar tarifas astronómicas, nuestro mensaje es no sentirse culpables: la escuela privada no es una necesidad”, anota Stumm.
No se encontraron mayores diferencias entre los beneficios para el desarrollo social y emocional, se agrego.
Fuente: Universidad de York
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