Mensajes de violencia, amenazas de encerrar a los opositores, descalificación de los medios de comunicación y polarización extrema de la sociedad, son lugares comunes en democracias fallidas o tambaleantes.
Son inquietudes que recogen los profesores de Ciencias Políticas de la Universidad de Havard, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, en su nuevo libro, Cómo mueren las democracias. Expertos en estudiar lo que ha pasado y pasa, con los regímenes políticos en otros confines del mundo, han sentido la necesidad de escribir sobre su propio país, impulsados, precisamente, por dicha serie de lugares comunes.
Les preocupa que las encuestas de opinión hayan mostrado por ejemplo, la mayor simpatía de los republicanos por Vladimir Putin, que por su compatriota Hillary Clinton; que se busque manipular instituciones para perseguir a rivales. Es un país dividido por raza, religión y cultura, que esta llevando a deshacer las normas de la democracia, anotan los profesores.
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