Investigadores de la Universidad de Stanford, han creado un micro- laboratorio del tamaño de una tarjeta de crédito, que procesa en minutos rastros genéticos dejados por el virus en la persona potencialmente infectada.
Los hilos del ARN, tomados con el hisopo nasal, son procesados en un chip de micro fluidos, que expuestos a una enzima, arrojan luz fluorescente, después de atravesar campos eléctricos, confirmando la presencia o no, del coronavirus.
Es cosa de minutos, explican sus inventores, el profesor de Ingeniera Mecánica, Juan G. Santiago y el investigador Ashwin Ramachandran. La misma técnica, donde se aplica la edición genética (CRISPR), puede utilizarse para detectar otros tipos de infecciones.
Fuente: Universidad de Stanford
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