País, estado o ciudad, que actuaron tarde para detectar el brote y que se deciden a flexibilizar las restricciones, pierden; mientras no se disponga de una vacuna, que se aplique de manera masiva.
Y pierden no solo en términos de vida, sino en términos económicos.
Son conclusiones de cientificos, y no simplemente posiciones ideológicas, como las de aquellos que defienden las libertades individuales, por encima de la salud de la sociedad como un bien común.
Después de tres meses de lidiar con el problema, los verdaderos expertos, estiman que cualquier solución de fondo, parte de tener una vacuna efectiva, y eso probablemente no ocurrirá en el presente año.
Las advertencias vienen de distintas partes.
Canadá
Aflojar las restricciones antes del próximo mes de septiembre, sería poner en riesgo de muerte otras 100 mil personas, solamente en la provincia de Ontario.
Mantener el distanciamiento social, salvará muchas vidas. Así lo afirman los profesores de Matemáticas de la universidad de Waterloo, Mohammad Kohandel y Michelle Przedborski, quienes para el efecto crearon un modelo conocido como SEIRD.
Australia
Las estrictas medidas de restricciones fronterizas tomadas de forma temprana, hizo que el nivel de propagación fuera lento, según un estudio realizado en Nueva Zelanda, (país que ha mantenido a la raya el Coronavirus) donde se comparó la evolución de virus en 25 países.
El estudio es citado por el profesor Hassan Vally, de la Universidad La Trobe, de Australia.
Inglaterra, señala Vally, dio pasos en falso, siguiendo la controvertida estrategia de la “inmunidad colectiva”; que equivale a decir que entre más infectados haya, mas rápido se llegará a una inmunidad generalizada. Van más de 27 mil muertos, casi igual que en Italia.
Suecia, hizo gala de la premisa de que todo depende de la responsabilidad personal; el distanciamiento es voluntario. Con su enfoque notablemente relajado, le ha ido peor que a sus vecinos, mucho más estrictos.
A Singapur que figuró en un comienzo, entre los pocos países exitosos en el control de la pandemia, se relajó, y volvieron los brotes, complicándose su situación, sostiene Vally, al analizar algunos ejemplos, que incluyen asimismo a Italia y Nueva York.
Reabrir, no mejora la economía: la empeora
En un nuevo estudio, de la Universidad de Cambridge en asocio con el Departamento de la Reserva Federal de los Estados Unidos, se encontró que levantar los controles actuales de distanciamiento social, no solo pondría en riesgo más vidas, sino que colocaría en mayores aprietos ( de los que ya padece) a la economía.
En su análisis, separó en dos grandes grupos la fuerza laboral. Un grupo lo integran los trabajadores llamados “esenciales”, que le estan poniendo la cara a la situación, como es el caso de personal de salud, transporte, producción de alimentos y servicios básicos.
Si se sueltan las amarras para quienes están trabajando de manera remota, y la comunidad en general, para este caso considerado el grupo de “no esenciales”, los primeros perjudicados serán los “esenciales” que de alguna forma estan sosteniendo la avalancha de la propagación del virus, y supliendo las necesidades básicas, del resto de la población.
De tal forma, que llevar a cabo una reapertura, sin vacuna, tampoco mejorará la economía, como muchos aspiran.
En otras palabras, si se contagian los que estan poniendo la cara, producto de soltar a la masa que se presume inmune, – sin haberse vacunado-, la historia será mucho peor que lo que muestran las cifras de hoy: 235.000 muertos, la mayoría en países que se consideran desarrollados.
Fuentes: Universidad de Waterloo, Universidad de La Trobe, Universidad de Cambridge
Tu Opinión es importante