El helio, es clave en la aplicación de tecnologías como las que generan imágenes de resonancia magnética y en otra gran variedad de campos.
Fue descubierto, por sorpresa, cuando el científico francés, Jules Hanssen, observaba un eclipse de sol, hace exactamente 150 años. Es un gas químicamente inerte, no reactivo, no es inflamable, no es venenoso, y lo mas importante: hierve a apenas 4,2 grados Kelvin.
Sobre el acontecimiento, el profesor Christopher Rithner de la Universidad Estatal de Colorado, y la escritora Lorraine Boissoneault, colaboradora del Instituto Smithsonian, comparten al respecto, interesantes historias.
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