Aunque en griego la palabra demagogo, significa ” líder de la gente”, –demos: la gente, agogos: líder–, el calificativo se usa comúnmente para identificar a los gobernantes “populistas”.
Más bien, debería hacerse la diferencia, entre demagogos buenos y peligrosos, entre aquellos que son responsables de sus palabras y acciones, y quienes poco les importa lo que piense la gente. Así lo expone la profesora de Comunicación, Jennifer Mercieca, al referirse a su nuevo libro,– Demagogo para Presidente: el genio retórico— producto de un seguimiento de los discursos y actuaciones del candidato y presidente Trump, desde el 2015.
Afirma en ese sentido que “es un genio en el uso de la retórica, para evitar que el pais lo responsabilice”. Prometió que pelearía por sus seguidores pero no sería responsable ante los líderes de su partido, los medios de comunicación, ni ser políticamente correcto, ni seguir los estándares comunes de la decencia, anota la profesora de la Universidad de Texas A&M.
Explica que sigue seis estrategias retóricas repetidamente. Unas estan orientadas a mantener unificados a sus seguidores contra todos los demás, establecer la agenda de la nación, distraer la atención y enmarcar como debemos entender la realidad. Otras van se sustentan en atacar a las personas, y no a sus argumentos; amenazar o intimidar; o tratar a las personas como objetos.
Por eso elogia a sus seguidores ubicándolos como los estadounidenses más inteligentes, más patrióticos y más trabajadores. Los demás no. Como cuando afirmó que “podía pararse en medio de la Quinta Avenida y dispararle a alguien y que no perdería ningun votante”.
Ese es un llamamiento a la lealtad de su base, para silenciar a los críticos, que lo consideraban un populista y no un verdadero conservador, explica Mercieca.
Los demagogos peligrosos- agrega- usan la paralipsis para negar que en realidad no dijeron nada controvertido, o que simplemente estaban bromeando: no estoy diciendo, solo digo. Por ejemplo, señala la autora, amplificó repetidamente en twiter el contenido nacionalista blanco racista, para luego decir : resultan ser supremacistas blancos, no se nada sobre estos grupos que me estan apoyando.
El libro, detalla cada una de las estrategias seguidas por los demagogos y como los gobernantes autoritarios han erosionado históricamente la democracia, por lo cual su retórica es tan peligrosa, indica Mercieca.
Fuente: Jennifer Mercieca, Universidad de Texas
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