Gracias a la potencia de los equipos de tomografía industrial, que se usan para la prueba de materiales de alta seguridad como los utilizados en la fabricación de aviones, se logro descifrar un breve escrito grabado en una pequeña lámina de plomo, cuyo origen se remonta muchos siglos atrás.
La pieza, hace parte de las joyas de un museo de Berlín, Alemania, que no se había podido analizar por temor a ser destruida al momento de intentar desenrrollarla.
Con la colaboración de empresa General Electric, y la técnica de la tomografía computarizada, fue posible identificar el escrito. Se trata de un texto de 41 lineas, escritas en Mandaic, un lengua que aún dominan unas pequeña comunidades localizadas en la zona fronteriza entre Irán e Irak, según se explicó.
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