La charla permanente con los niños, aunque apenas sean unos bebés, dispara la madurez de su cerebro, y le inyecta habilidades que le servirán toda la vida.
En una reciente investigación, adelantada por investigadores de las Universidades de Harvard y Pensilvania, y el Instituto MIT, con un grupo de 36 niños, entre los 4 y 6 años de edad, se encontró que la cantidad y variedad de conversaciones auspiciada por un adulto, mostró las diferencias fisiológicas del cerebro, al igual que en sus habilidades del lenguaje, el vocabulario, la gramática y el razonamiento verbal.
Este trabajo sugiere cuán importante es que los cuidadores y educadores, además de sus padres, tengan una interacción permanente con los menores, como una manera poderosa de construir sus cerebros, dijo al respecto la profesora Rachel Romeo, de la Escuela de Educación de Harvard.
Conversar a menudo con los hijos es sorprendentemente útil, independientemente de sus ingresos y formación ecadémica, sostuvo por su parte el profesor de Tecnologías de la Salud, John Gabrieli, del Instituto Tecnologico de Massachusetts.
Tu Opinión es importante