El “fracking” y sus efectos en la salud materno-infantil

Perforación petrolera por "fracking": más de 1.100 contaminantes (Cortesía U. de Rochester)

Los resultados de dos nuevos estudios, independientes, llevados a cabo en Canadá y Estados Unidos, reafirman una vez mas las consecuencias sobre la salud, de la extracción de petróleo mediante el sistema “fracking” que aplica una serie de químicos en la perforación de los yacimientos de hidrocarburos.

En Canadá, las profesoras de la Escuela de Medicina de la Universidad de Calgary, Amy Metcalfe y Carly McMorris, revisaron datos sobre el impacto de vivir cerca de los campos petroleros, en la provincia de Alberta, donde se han perforado más de 150.000 pozos.

En este caso, entre mayor es la cercanía y mayor la concentración de la actividad de extracción, mayor es la contaminación del aire, aumentando las tasas de nacimiento de bebés prematuros o con baja talla.

Dicha situación puede tener impactos duraderos en la salud y el desarrollo de los niños, en sus habilidades de aprendizaje y funcionamiento socio emocional, (incluidos autismo, parálisis cerebral y epilepsia), al tiempo que las madres pueden desarrollar enfermedades cardiovasculares, explica al respecto la doctora Metcalfe.

De otro lado, la profesora Elaine Hill, del departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Rochester, ha dirigido un nuevo estudio donde se comprueba la contaminación del agua potable, producto de la filtración de los fluidos utilizados en los campos de “fracking”, perforados en el Estado de Pensilvania, donde se han desarrollado cerca de 20.000 pozos. Para este trabajo contó con la colaboración de la profesora de la Universidad de Kentucky, Lala Ma.

Para el efecto, revisaron información relacionada con la actividad petrolera realizada durante el periodo 2006-2015, y construyeron un mapa con la ubicación de cada pozo, su vinculación con las aguas subterráneas, y la calidad del agua residencial.

Queda clara- dice Hill- la relación con la perforación de pozos, y la ocurrencia de nacimientos prematuros y bajo peso al nacer. Revela que con la limitada regulación de, solo 29, de más de 1.100 contaminantes, que se generan en la fracturacion hidráulica, los niveles de contaminación del agua que llega a los hogares debe ser mucho mayor, que lo indicado hasta la fecha.

Con el creciente cuerpo de investigación, re requiere una revaluación de las políticas del agua potable y de la industria del gas de esquisto, señala Hill.

Fuente: Universidad de Calgary/ Universidad de Rochester

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