Los pacientes afectados por enfermedades graves, no solo sienten el dolor físico, sino que también sufren de sufrimiento emocional, personalmente y con sus familiares.
Por tal motivo el lenguaje de los médicos debería ser compasivo y jamás utilizar palabras que desconciertan y cierran la opción de un diálogo. Así lo sostienen en su investigación un grupo de profesores de la Universidad de Texas A&M, entre ellos las doctoras Rana Adawi y Gillian Grafton, especialistas en enfermedades cardiovasculares y de pulmón, y el profesor de Marketing, Leonard Berry, autor de 13 libros, donde el tema central son los servicios de calidad.
En tal sentido, han identificado una lista de palabras que – sostienen- nunca se deberían utilizar, como por ejemplo: no hay nada más que podamos hacer, tienes suerte de que solo esté en la etapa 2, fracasaste con la quimioterapia, ella no mejorará, nosotros no lo podemos hacer todo, no nos preocupemos de eso por ahora, etc.
Se usan muchas veces sin pensar la alarma que producen, o lo ofensivas que son para el paciente y sus familiares, señalan. Opinan que a los estudiantes de Medicina también debería formárseles en comunicación a fin de erradicar hábitos muy arraigados en la profesión, sostienen. Al mismo tiempo, plantean alternativas para utilizar términos más constructivos evitando socavar la confianza de las personas que tratan.
Fuente: Universidad de Texas A&M
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