El problema del cansancio de los estudiantes, por levantarse temprano, no se resuelve iniciando más tarde el horario de clases.
Ante el permanente debate sobre la necesidad de retrasar el inicio de la jornada escolar para estimular el rendimiento de los estudiantes, especialmente en primaria, investigadores de las Universidades de Surrey en el Reino Unido y de Harvard, han aplicado un modelo matemático para demostrar que el trastorno del reloj biológico de las personas, se genera por la larga exposición a la luz natural y artificial a lo largo del día y la noche, y no por levantarse temprano.
Si entrada la noche, las luces de los cuartos se apagan, la persona podrá dormir las horas necesarias y levantarse sin problema, al estudio o el trabajo. No obstante, es común ver que las luces permanecen encendidas hasta media noche. Por lo tanto, poco serviría retrasar el inicio de la jornada escolar, indica el estudio, de los doctores Anne Skeldon y Derk-Jan Dijk (U Surrey) y Andrew Phillips, de la escuela de Medicina de Harvard.
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