Ordinariamente los pilotos conducen el avión en su primer minuto, hasta cuando la nave haya alcanzado los mil pies de altura; a partir de allí, la conducción la asume el sistema de control computarizado.
Así lo explica el profesor de Ingeniería Aeronaútica de la Universidad Estatal de Arizona, Timothy Takahashi, al analizar lo que pudo ocurrir con el reciente accidente del Boeing 737, de Ethiopian Airlines, lo que ha llevado a que 300 aeronaves de su tipo permanezcan en tierra.
Con base en la información disponible, sobre el vuelo 302, el profesor simuló varias opciones, que indican una alta posibilidad de que la falla se deba a trastornos de su “piloto automático”.
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