Una mayoría de los líderes llegar al poder, gracias al talento y la suerte, pero cuando llega el momento de tomar decisiones sobreestiman el primero y creen que su intuición siempre es correcta.
Pero el exceso de confianza es peligroso, sostienen en su nuevo libro “Decision Leadership” los profesores Don A. Moore y Max Bazerman, vinculados a las escuelas de Negocios de la Universidad de California, en Berkeley, y la Universidad de Harvard, respectivamente.
En contraste, un buen líder, aprende a calibrar su confianza y crea mejores pronósticos para un futuro incierto, siendo honesto, teniendo la capacidad de autocuestionarse y de escuchar a las mayorías; además, tiene la capacidad de examinar completamente una idea antes de ejecutarla, señalan.
Definen, en ese sentido, otros atributos de un buen líder: – capacitan a otros para que ofrezcan mejores consejos; – realiza experimentos para obtener la mejor información; -mediante “empujones sutiles” crea entornos en sus equipos de tal forma que la decisión predeterminada conduzca al comportamiento deseado para la organización;- se sustenta en principios científicos, a cambio de corazonadas arbitrarias; – la honestidad es el objetivo de un liderazgo valiente.
Fuente: Universidad de California, Berkeley
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