Aunque comúnmente los entendidos sitúan el origen de la papa en las cumbres andinas, también se habla de sus posibles ancestros en el continente asiático.
Así lo estiman destacados estudiosos de la materia, como es el caso del profesor David Dilcher, en la Universidad de Indiana, quien ha seguido los rastros de las variedades de papa dulce, de gran consumo en los Estados Unidos.
Con la colaboración de su colegas Gaurav Srivastava y Rakesh C. Mehrotra, del Instituto de Paleociencias Birbal Shani, de la India, han encontrado fósiles de hojas que se remontan a muchos millones de años.
Comparados, con los que se tienen de la misma planta en Argentina, sostienen que se encuentras marcadas diferencias.
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