Los químicos eternos, (entre ellos los conocidos como PFAS) que nunca mueren, y que permanecen intactos en la naturaleza, se encuentran prácticamente en cada gota de agua, causando estragos en la salud humana y animal.
Los mismos, que hacen parte de alrededor de 12.000 químicos sintéticos, fabricados a lo largo de los últimos 70 años, han sido prácticamente indestructibles y se escapan en las propias plantas de tratamiento de aguas. Los investigadores los han encontrado hasta en las lejanas aguas del Ártico, y en sitios más cercanos, como en las costas de la Florida, integrados en las conchas de las ostras, como lo han indicado recientemente científicos del Centro Alfred Wegener, en Alemania, y la Universidad Internacional de la Florida, respectivamente.
Ahora, producto del trabajo de los profesores William Dichtel, en la Universidad de Northwestern y Kendall Houk, de la Universidad de California, en Los Angeles, han encontrado el que consideran un método sencillo para colocar dicha clase de químicos (PFAS), en la guillotina.
Colocando en agua caliente ( a partir de 176 grados Fahrenheit) dimetilsulfoxido (DMSO) e hidróxido de sodio (lejía), se obtiene un compuesto capaz de romper el enlace carbono-flúor, la clave de su resistencia, explicaron.
El trabajo fue apoyado por la estudiante de doctorado en Northwestern, Brittany Trang y el profesor experto en mecánica cuántica, de la Universidad de Tianjin, Yuli Li.
Fuente : Universidad de California, Los Angeles/ Universidad de Northwestern (Chicago)
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