Los procesos de cristalización que se dan en las rocas terrestres, prácticamente se dan iguales cuando se forman los cálculos del riñon, en humanos.
Así lo revela un trabajo interdisciplinario que unio a geólogos, médicos y biólogos vegetales, en la Universidad de Illinois, con los auspicios de la Clinica de Mayo. Se despeja de esa manera la tendencia que se ha mantenido en la práctica médica, de considerar que dichos cálculos se forman de una vez y repentinamente.
Luego de aplicar las técnicas de registros estratigráficos, se encontró que – por el contrario- en lugar de cristalizarse de una vez, los cálculos se disuelven parcialmente y se vuelven a formar varias veces, tal como sucede con las piedras geológicas.
Si podemos identificar éstas transformaciones, podemos intervenir e interrumpir las cadenas químicas que ocurren en los tejidos renales, antes de que se formen los calculos problemáticos, dijo al respecto el biologo del Instituto de Biología Genómica, Mayandi Sivaguru, de dicha Universidad.
Los cálculos comienzan como pequeñas gotas de mineral, o microesférulas, que se fusionan hasta formar cristales más grandes, indicó por su parte el geólogo y mirobiólogo, Bruce Fouke. Se trata de un patrón muy similar a la formación de cristales en capas, que se dan en los esqueletos de coral, ágatas y depósitos de aguas termales, añadió.
A fin de estandarizar las pruebas, el equipo – del cual tambien hace parte la doctora Jessica Saw- desarrolló un cartucho de microfluidos (GeoBioCel) para imitar las intrincadas estructuras internas del riñón; un versión de laboratorio de geología para un quirófano.
Fuente: Universidad de Illinois
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