En un archivo de una destartalada fábrica de pólvora de Delaware, Benjamín Franta, encontró un documento (1959) donde el científico de origen húngaro, Edward Teller – quién contribuyó al diseño de la bomba de hidrógeno-, advertía de las peligrosas consecuencias que el uso de combustibles y sus emisiones de carbono, produciría un efecto invernadero en la atmosfera.
La conferencia de Teller, ocurrió en un seminario sobre ” Energía y Hombre”, organizado por la Universidad de Columbia, en Nueva York. En la misma charla, el científico – que luego fue director del Laboratorio Lawrence Livermore-, indicaba además sobre el derretimiento de los casquetes polares, la elevación del nivel del mar, y el riesgo para las ciudades costeras.
A Franta se le ocurrió recorrer el país, hace 4 años, como estudiante de derecho e historia en la Universidad de Stanford. Tiene asimismo un título en física aplicada, de la Universidad de Harvard, donde se ganó un arresto de la policía por protestar contra las inversiones financieras de la U., en la industria de hidrocarburos.
Franta, recopilo una serie de valiosos archivos, sobre el papel de la industria del petróleo, para disimular los efectos ambientales de la extracción del crudo. Algunos de sus hallazgos:
-1.965- Conferencia del presidente de la Asociación Americana del Petróleo (API) – Frank Ikard, informaba a sus afiliados sobre un reciente reporte de científicos al Presidente Lyndon Johnson, sobre la necesidad de restaurar la calidad del medio ambiente y salvar a los pueblos del mundo sobre las catastróficas consecuencias de la contaminación.
-1.970- Creación de un grupo secreto de trabajo sobre el clima y el CO2, por parte de la API.
-1.980- Conferencia del científico de la Universidad de Stanford, John Laurmann, al grupo de trabajo de API, donde advirtió que si se continuaban usando los combustibles fósiles, los primero signos de calentamiento global se verían en el 2005 y para el 2060 las consecuencias serian desastrosas.
-1.981-. Memorando interno e informe de 40 páginas, del presidente de la compañias Exxon, Roger Cohen, observando que los planes de la empresa a largo plazo podrían producir efectos que de hecho serán catastróficos.
Fuente: Universidad de Stanford
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