El estudio de una red neuronal, encargada de coordinar el complicado aparato digestivo – casi independientemente del cerebro -, es tema de amplio interés científico, dadas sus implicaciones para la salud.
Se la denomina como el sistema nervioso entérico, que abarca desde el esófago hasta el colon y es el encargado de distinguir los nutrientes, toxinas y patógenos, además de coordinar como se descomponen los alimentos que consumimos, y decidir que se acepta y que se debe rechazar. Es como un segundo cerebro, sostiene la investigadora postdoctoral, Marissa Scavuzzo, de la Universidad Case Western Reserve, en Ohio.
Sus trabajos orientados a investigar los distintos tipo de células que componen dicha red, la ha hecho merecedora de un premio en Neurología, recientemente. Se trata de las llamadas “celulas gliales”, que fueron subestimadas por mucho tiempo, explica, de acuerdo con un amplio artículo elaborado por la escritora, Yasemin Saplakoglu, de la revista Quanta, vinculada a la Fundación Simons.
Buena parte de su estudio – en ratones- se ha concentrado en el intestino delgado, el duodeno, gracias a lo cual ha logrado identificar 6 subtipos de dichas células gliales. En compañía de otros células las mismas contribuyen en ese proceso diario de digestión y procesamiento de alimentos, clave para la supervivencia, señaló.
Fuentes: Revista Quanta/ Universidad Case Western Reserve
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