Jason Barnes, un músico que perdió parte de su brazo derecho en un accidente que lo dejó parcialmente electrocutado, ha vuelto a tocar el piano, gracias a una prótesis creada por ingenieros de la Universidad de Georgia Tech.
La prótesis, cuenta con un sistema de ultrasonido que le permite utilizar cada uno de sus dedos, de acuerdo con los impulsos que le envían los músculos que quedaron del antebrazo.
La mano artificial, única en su tipo, es producto del trabajo de profesores de distintas disciplinas: Gil Weinberg, del Centro de Tecnología Musical; Minoru Shinohara y Chris Fink, de la Facultad de Ciencias; y Levent Degertekin, de la Escuela de Ingeniería Mecánica.
Si este tipo de brazo puede funcionar en música,algo tan sutil, su tecnología se puede usar en otro tipo de actividades motoras finas como comer o bañarse, dijo Weinberg.
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