Científicos europeos, han logrado realizar un implante óseo- muscular, a través del cual se extendió el sistema nervioso, permitiendo a la paciente controlar una mano robótica y percibir, a la vez, la sensación del tacto.
El notable avance, es producto de un trabajo desarrollado por un equipo integrado por varias instituciones, entre ellas la Universidad de Chalmers y la empresa pionera Integrum AB, en Suecia, bajo la dirección del profesor Max Ortiz Catalan.
Se trata de una tecnología que ya es útil para la vida diaria de personas que han sufrido amputaciones en sus brazos, según se explicó. La cirugía se llevó a cabo en el hospital universitario de Sahlgrenska y estuvo a cargo de los doctores Rickard Branemark y Paolo Sassu.
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