Un sensor donde el ingrediente reactivo no se mezcla con la materia investigada, y que además, es reutilizable, es el nuevo aporte a la ciencia, por parte de un grupo de científicos de la Universidad de Melbourne, en Australia.
El dispositivo contruído sobre la base de nanotubos de carbono, permite el análisis de la materia, sin que los reactivos entren en contacto, (ya que los materiales reactivos estan aislados entre sí), arrojando inmediatamente el resultado (en color), sin necesidad de llevarlo a un laboratorio. Funciona de manera similar a una prueba de embarazo, se explicó.
Puede usarse – por ejemplo- en medicina (análisis de sangre), ingeniería química, ambiental y medicina forense. Es de bajo costo y diseñado para su uso en zonas remotas, donde se carace de laboratorios. La innovación es producto del trabajo de la profesora de Ingeniería Química, Amanda Ellis; el investigador Biomolecular, Renzo Fenati, y el investigador de materiales electrónicos, Peter Sherrell.
Fuente: Universidad de Melbourne
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