Con una inversión de casi 5 millones de euros, tres universidades inglesas, se proponen investigar los impactos físicos y sicológicos, que sufre una persona cuando trabaja en un edificio de gran altura.
Para el efecto, contarán con un simulador que permite registrar las diferentes sensaciones del cuerpo humano, después de permanecer horas en un rascacielos que se balancea todo el tiempo. Para el jefe de Ingeniería Civil, de la Universidad de Bath, Antony Darby, la comprensión de como es vivir y trabajar en edificios altos, es extremadamente limitada.
La idea es aportar nuevos conocimientos para la construcción de edificios más confortables. En el proyecto, también participan investigadores de las universidades de Exeter y de Leicester.
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