El gobierno japonés, en cabeza del Primer Ministro Fumio Kishida, ha puesto en marcha una serie de iniciativas orientadas a fortalecer la seguridad económica de la nación.
Entre ellas, se cuentan la creación del Ministerio de Seguridad Económica, y dependencias similares, en varias de las entidades del Estado. Entre los programas y políticas claves, se cuentan la seguridad de suministros de materiales críticos, la no divulgación de patentes, la promoción de tecnologías avanzadas, y la seguridad de la infraestructura. En ese sentido, una reciente Ley de Promoción de la Seguridad Económica, contempla 16 frentes de trabajo en búsqueda de dicho objetivo.
Según un análisis del economista David Adler, – egresado de la Universidad de Columbia y participante de un reciente foro promovido por la Fundación para la Innovación e Información Tecnológica- ITIF- , Japón tiene clara la importancia de su producción industrial con una menor dependencia del exterior, en contraste con los Estados Unidos, que concentró su fortalezas en el sector financiero, dejando en un segundo plano la producción manufacturera interna.
Explicó que el gobierno japonés, no solo ve la importancia de su seguridad militar, sino que le apuesta a dos aspectos básicos, como son la seguridad económica y el cambio climático, definidos como pilares básicos para la estructuración de un nuevo modelo de capitalismo.
Fuente: Fundación ITIF
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