Todo bajo control, como ocurre con las plantas que crecen en invernaderos, puede ser el símil para el modo que acostumbran algunos padres (“helicópteros”) para llevar a sus hijos, hacia su meta deseada.
Y ocurre con mayor frecuencia, en las familias de clase media-alta, de acuerdo con la profesora de Desarrollo Infantil de la Universidad de West Virginia, Kristin Moilanen.
La situación se da, explica, cuando los padres forzan a los hijos para seguir una determinada carrera profesional o elegir la universidad “correcta”. De esa forma, se ven afectados por la excesiva participación de los padres en las decisiones de los hijos, socavando su capacidad de autorregularse, sostiene Moilanen, quién estudia el comportamiento de los jóvenes adultos, entre los 18 y 24 años de edad.
Los muchachos terminan atrapados entre los deseos de sus padres y sus propios intereses, indica. Y relaciona el reciente caso, en que dos actrices de Hollywood, fueron a la cárcel, por sobornar a funcionarios de la universidad que preferían para el estudio de sus hijos.
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