Un paso por casualidad, en su primer año de universidad, por una clase de ingeniería mecánica, le dio la pista para saber que era lo que realmente quería estudiar: Ingeniería.
Años después, en un grupo que se reunía informalmente en un “almuerzo de ideas”, se le ocurrió empezar a averiguar que elementos podrían inducir a las niñas a interesarse por las matemáticas y al final, por construir cosas, mas allá que solo entretenerse jugando a las princesitas.
Después de muchas observaciones y charlas con expertos, descubrió que las niñas juegan de manera diferente que los niños. A ellas les encantan las narraciones y de ahí la insistencia de Disney por contar historias de sirenitas.
A partir de ese concepto escribió y diseño un juego con la historia de una niña que quería rescatar a su perro, alrededor de una máquina giratoria, con correa de transmisión, ejes y ruedas. Fue su primer invento y han venido más.
Pero chocó con el escepticismo de la industria de juguetes, aferrada a la idea de que las niñas prefieren las muñecas. Impulsada por romper estereotipos, Debbie Sterling, creó su empresa “GoldieBlox”, que cada vez gana más reconocimientos. Para sorpresa, ha diseñado piezas que aún no estaban patentadas en el diverso mundo de la ingeniería.
Tambien ha creado un sitio WEB para impulsar el interes de las niñas por las ciencias y las matemáticas-STEM-. (Engineergirl.org)
Ha registrado varias patentes, y su fructífera historia, es tema destacado hoy por la Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos (USPTO).
Fuente: USPTO
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