A nivel individual y colectivo, la gente busca en los actos rituales, una herramienta para tratar de controlar el mundo que la rodea, especialmente en momentos de estrés e incertidumbre.
Es la opinión del profesor de Antropología y Ciencias Cognitivas de la Universidad de Connecticut, Dimitris Xygalatas, quien acaba de publicar un nuevo libro ( Ritual), donde recoge numerosas investigaciones sobre este comportamiento humano.
Son rituales, explica, que siguen un guion y se convierten en una práctica repetitiva: los jugadores que se aferran a amuletos y supersticiones, los protocolos para tomarse un te, los religiosos ortodoxos que se santiguan tres veces, etc.
En una de sus investigaciones observó, por ejemplo, que tal fenómeno seduce no solo a quienes lo practican, sino a aquellos que los observan. En uno de sus experimentos, reunió a un grupo de personas para ver videos de jugadores de baloncesto, y sus rituales, al momento de lanzar tiros libres, como poner a girar el balón en sus manos, tocarse las zapatillas o besar la bola antes de tirar. Otro grupo, presenció los mismos videos pero recortados, donde se eliminó la parte ritual. Quienes miraron los rituales, apostaron un 30 por ciento más, a que el jugador anotaría la cesta, y más aún, si su equipo iba perdiendo; que el grupo que miró las escenas recortadas.
Nos involucramos en tal fenómeno, indica, cuando enfrentamos situaciones inciertas o estresantes, y esperamos que los ritos tengan algún efecto. Si dicha sensación de control es ilusoria, cual es el beneficio, porqué persiste la falla cognitiva? plantea Xygalatas.
Fuente: Universidad de Connecticut / Undark Magazine
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