El contacto con los espacios verdes, contribuye efectivamente a la salud femenina, y es un remedio especialmente bueno contra la depresión.
Así se concluye en un estudio dirigido por la profesora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston, Marcia Pescador Jiménez, quien cuenta con un doctorado en Epidemiología, de la Universidad de Harvard.
Las mujeres que tienen un vínculo con la naturaleza y disfrutan de actividades al aire libre, demuestran una función cognitiva más alta, así como una mejor velocidad de procesamiento mental y atención, indicó.
Sus conclusiones son producto de una investigación que involucró a cerca de 14.000 mujeres, con una edad promedio de 61 años, donde se midieron la velocidad sicomotora, la atención, el aprendizaje y la memoria.
Sorprendentemente – señaló- la depresión surgió como un aspecto diferenciador; lo que lleva a valorar la importancia de que los médicos y las autoridades de salud, consideren los espacios verdes como un factor potencial para reducir la depresión e impulsar la cognición, explicó Pescador Jiménez.
Aumentar el acceso diario a la vegetación entre grupos vulnerables en las ciudades, es un próximo paso crucial para lograr la equidad en salud; hay evidencia de que vivir cerca de zonas verdes, estimula el cerebro, anotó.
Fuente: Universidad de Boston
Tu Opinión es importante