Una investigación adelantada con estudiantes de segundo de primaria, encontró que aquellos niños que le leen a sus perros, después de clases, mejoran sus habilidades en en ese campo.
Igualmente se observó que algunos de los niños tienen menor desempeño en la lectura, como consecuencia del estrés que se genera en el salón de clases.
El trabajo fue dirigido por especialistas en terapias que incluyen la interacción humana con animales, vinculados a la Universidad de Tufts, en Massachusetts. Se trata de los expertos Deborah Linder, Lisa Freeman, Megan Mueller, Jean Alper y Debra Gibbs.
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