No cobrar por los daños que genera el uso de combustibles fósiles, es otra forma de subsidiar y estimular su consumo, sostiene el profesor de Derecho Ambiental, Bruce Huber, en la Universidad de Notre Dame.
De acuerdo con su investigación, el monto de subsidios se dobló en apenas dos años, -2021-2022-, alcanzando una cifra aproximada de 1 Trillón y medio de dólares, con base en datos de la OCDE. Pero si se incluyen los costos del impacto en el medio ambiente y el calentamiento global, la cifra puede ser cinco veces más grande, según los estimativos del Fondo Monetario Internacional.
El subsidio más directo al consumo, se refleja en los precio de la gasolina motor, anota Huber. Mientras en Arabia Saudita, el precio del combustible es en la actualidad es de US$2.34 por galón, en Venezuela es de US$0.13, en Bolivia de US$2.04, en Costa Rica de US$5.07; mientras en China vale US$4.28, en Dinamarca de US$8.10, y en Hong Kong, de US$12.54.
De otro lado, están los subsidios a la industria petrolera y a los generadores de energía, como ocurre – por ejemplo- en Estados Unidos e Indonesia, señala.
Fuente: Universidad de Notre Dame
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