Después de 20 años de incansable trabajo y de invertir más de US$50.000 millones para ayudar a resolver problemas crónicos de la salud mundial, y de la educación en los Estados Unidos, la pareja de filántropos, Bill y Melinda Gates, estiman que han tenido más progreso en lo primero que en lo segundo.
En su carta anual, donde hacen un balance de su labor, estiman que es más fácil lograr un consenso para erradicar una enfermedad que afecta a millones de personas, que una fórmula para atacar el rezago del sistema educativo en los Estados Unidos.
En el campo educativo, administradores, profesores, expertos, no han podido lograr acuerdos en temas específicos que influyen en la calidad de la educación, como las jornadas, los curriculums, estándares de calificación, materiales educativos y los mismos textos escolares.
No hay fórmula única, y aunque hay algunos progresos, no se resuelven todavía problemas estructurales. Alcanzar la educación superior, es un tema de fondo que sigue sin resolver. Según sus cifras, de 21 estudiantes que en promedio inician la escuela primaria, solo 7 obtienen un título universitario, en los Estados Unidos.
Revela que la transición a la secundaria es un punto crítico. La pérdida de dos materias en primero de bachillerato, es un predictor de alarma, sobre el riesgo de que un joven no termine con éxito la secundaria, anotan.
Una de sus contribuciones en este campo, es la ayuda con becas a más de 20 mil jóvenes afroamericanos, los más afectados por el atraso educativo, producto de sus condiciones de pobreza.
En el mismo sentido, se orienta la reciente iniciativa de la Sra. Gates, de destinar US$1.000 millones, para programas de capacitación de mujeres e igualdad de género.
Fuente: Carta Anual de Bill y Melinda Gates
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